“Las personas mayores piensan que solamente ellas comprenden la melancolía, la nostalgia y los sentimientos temporales, porque resulta imprescindible cumplir muchos años para emocionarse delante de un atardecer, una fotografía o un reloj. Pero no es verdad. Los niños mantienen también sus conversaciones con el tiempo y esconden a veces una gota de melancolía en los ojos…”.
+